November 13, 2006

38

Lo bueno si breve... una cagada.
El fin de mi optimismo neohippie no me tomó por sorpresa. Me agarró desprevenida, si, pero estaba clarísimo que este ecuatorial bliss venía con fecha de vencimiento. Ahora seguro lo están cagando a latigazos en algún rincón del desierto de Las Vegas.
La cuestión es que se acabó. Y con el fin cayeron un montón de fichas. Cual señora emperifollada en una noche de suerte en el casino del Conrad, voy por la vida con un vaso que rebalsa de tokens de mi emotional bagagge...
Y es hora de invertir.
De todas las caídas de ficha, de todos los reality checks que mi neurosis supo regalarme, ésta es la que más real se siente.

Porque duele... agh... duele tanto.
De a poco las cosas están cambiando, desde los más ínfimos detalles, de afuera hacia adentro.
Desde el talle de mis pantalones y mis lentes de contacto hasta mi futuro, hasta lo que vendrá. De la tristeza a la ira.
Y los cambios no son gratis, y por esto es que lo siento tan real.
Me ahoga la angustia acumulada, tengo demasiado spleen por vomitar...

Presiento buenos tiempos en camino.
Pero en fin, mis predicciones rara vez se cumplen.

1 comment:

ginobvhc said...

ufffff....
marta que te anda pasando querida ...
yo pense que era compleicado yo...
bueno no importa...



gino




besos