Me gusta imaginarme la realidad de la gente, de esa gente con la que indiferentemente me cruzo todos los días, léase mozos/as, cajeros/as, o los oyentes que llaman a los programas de radio.
No todos son buenos candidatos a mis minuciosas investigaciónes/intromisiones eh, pero el de hoy era perfecto, casi un cliché diría yo...
Recepcionista, no más de 30 años, flaco, desgarbado, caminaba como trabado. De hablar monótono, "dopy", pelo largo, lacio, rojizo, insulso, prolijamente acomodado en una colita, evidenciaba unas entradas bastaaante pronunciadas. Los colores de su ropa no combinaban y la camisa a cuadros era como 2 talles más grande.
Evitó en todo momento mirarme a los ojos.
Mi veredicto?
I bet you´re kinky as fuck.
Perverso, perverso, perverso.
Hablo de stalker perverso, como en "The collector" y no sé por que se me vienen a la mente animales domésticos.
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