Existen varias maneras de sanar las heridas sentimentales de uno..
Algunos se emborrachan hasta morir, otros se comen todo, se compran ropa que les suba la autoestima, o lloran, gritan, patalean y rompen cosas hasta que el cuerpo no les da mas.

Las probé todas, pero creo que nada me da mas placer en esos momentos que comprarme libros, montones de ellos. Hace ya tres meses, estaba pasando por uno de los peores momentos: La vuelta a casa después de 11 utópicos meses en Holanda...Mi pobre madre probó de todo, y lo único que sirvio fue una compra masiva de libros, así, Almodovar, Baudelaire, Borroughs y ya no me acuerdo quién mas, me ablandaron la caída al mundo real.

Hoy no estaba particularmente triste, de hecho, fue un día de lo mas lindo, pero si, vengo pasando unas semanas de lo más bipolares, y siempre tengo un poquito de tristeza acumulada, para no perder la costumbre. Así que me di un paseito por la Feria del Libro y volví con:

♥ "Los infortunios de la virtud" + "La filosofía del tocador" del Marqués de Sade
♥ "El guardián entre el centeno" de J.D Salinger, libro que por alguna razón no podia encontrar por ningún lado, lo empecé a leer en Holanda, y la vuelta no me dejó terminarlo.
♥ "El libro de la almohada" de Sei Shonagon, suena a autoayuda, pero no es, vamos a incursionar en la literatura japonesa...
♥ "Poética" de Aristóteles
♥ "El banquete" de Platón

La vuelta a mi casa, con mi bolsa llena de libros, coca light bien fría y un marlboro produjo tal descarga de endorfinas que, a pesar del calor pegajoso, llegué a mi casa con esa sonrisa que dice "It´s all good"


aaaaaaaaaaaaaaahhhhh